Reseña de "Amar es... No tener límites" de Andrew Grey

Título: Amar es... No tener límites (Farm #2)

Autor/a: Andrew Grey

N° de páginas: 240
ISBN: 978-950-15-6170-8

Editorial: Ediciones B (bajo el sello "Vergara" y la colección "Gay Romance")

Sinopsis: Luego de un accidente con su moto, la cara de Joey quedó zurcada por cicatrices. Se siente un monstruo. La llegada de Robbie, un joven ciego que toca el violín en una orquesta, cambiará la percepción de Joey sobre sí mismo. Ambos muchachos desafiarán sus propios temores juntos, descubriéndose el uno al otro y a sí mismos. Y no sólo se hará presente el amor. También aparecerá la pasión, que hará que Joey y Robbie se animen a amarse sin límites.

¡Muchísimas gracias a Ediciones B Argentina por el ejemplar!

OPINIÓN PERSONAL

(sin spoilers)

No sabía muy bien que pensar sobre las continuaciones de esta saga porque todas transcurren en un mismo lugar, pero centrándose en distintos personajes. En este momento, mi temor es que el autor tenga una estructura típica para cada una de sus novelas, pero eso lo podré determinar a medida que siga avanzando con los siguientes títulos. Por el momento tenemos varias cuestiones similares entre los primeros dos, empezando por la personificación de la pareja principal hasta el conflicto de la trama. Si bien existen ciertas diferencias, aún no me puedo considerar un gran fanático de las historias de Gay Romance de Andrew Grey. Sin embargo, esto no significa que no me haya gustado Amar es... No tener límites. Al contrario, hasta podría decir que me gustó un poquito más que la primera entrega.

La historia se sitúa unos cuantos años después de los sucesos de Amar es... No avergonzarse, con la salvedad de que ahora Joey Sutherland es nuestro protagonista. Él era un adolescente muy tímido en el momento que lo conocimos trabajando en la granja de Geoff a cambio de lecciones para cabalgar, pero ahora nos encontramos con alguien totalmente diferente. Su paso de personaje secundario a personaje principal nos trajo una gran evolución suya como persona, tanto en lo personal como en lo profesional.

Un día, la granja recibe una noticia muy interesante: la Sinfónica Nacional Juvenil está llegando al pueblo y hay un chico que necesita hospedaje de último minuto. Geoff no tiene ningún problema en recibirlo, así que manda a Joey a que se encargue de recogerlo. Allí es cuando conoce a Robbie, un excelente violinista ciego. Surge una extraña conexión entre ellos dos, donde vamos conociendo los temores y anhelos de ambos... Joey con un trauma tras un accidente de moto (que le dejó unas cuantas cicatrices en el rostro), mientras que Robbie con su frustración de que nadie le permite hacer nada por su cuenta, gracias a su condición. La estadía en la granja de este último va a cambiar muchas cosas para los dos, sin olvidar que el amor va a estar acompañándolos en todo momento.

"No puedes permitir que el miedo y las dudas dirijan tu vida".

Comenzaré hablando de la escritura de Andrew Grey. Es muy fácil darse cuenta de la mejoría que presenta debido a que sentí que me enganchó más y que cada escena tenía el tiempo justo y necesario. No hay momentos apresurados ni partes extremadamente tediosas. El equilibrio que se encuentra es exactamente lo mejor para esta clase de novela. También noté que, a diferencia del primer libro, el comienzo nos introduce de lleno en esta historia, sin muchos rodeos. Al conocer a todas las personas de la granja, es mucho más fácil iniciar esta secuela ya que no hay necesidad de realizar presentaciones (salvo el caso de unos pocos personajes nuevos).

Quizá suene contradictorio, pero la única excepción que diré respecto al párrafo anterior es que el romance aparece con bastante más rapidez de la que me gusta. No lo sentí como lo más creíble del mundo, pero supongo que viene un poco de la mano con el hecho de que los hombres son más directos (digo, porque es lo que se ve generalmente) y de que todo indica que Joey y Robbie son tal para cual. Sin embargo, me hubiera gustado que existiesen guiños de una inminente relación y que no sea todo tan instantáneo.

"Sé que no me estoy explicando bien, pero lo que quiero decir es que el amor, el amor verdadero, vale absolutamente todo lo que tengas que pagar por él".

Siguiendo mi opinión, pasaré al tema de los personajes. Creo que primero tengo que decir que no sabía si iba a disfrutar leyendo una trama basada en otros protagonistas. Digamos que le había agarrado muchísimo cariño a Geoff y a Eli, por lo que no sabía si otros personajes podían provocarme la misma sensación. Por suerte tengo que decir que así fue... Joey era alguien que me daba igual lo que hiciera, pero aquí me ganó con sus pensamientos y su forma de ser. Su madurez trajo aparejada muchas buenas cualidades que el autor supo explotar muy bien. En cuanto a Robbie, me cayó un poco mejor ya que me sentí identificado con varias de sus inquietudes y con su forma de ver las cosas. También admiro su pasión por la música y me encantó la manera que expresaba sus sentimientos con su violín.

Al amor que existe entre ellos dos es muy bonito porque congenian perfectamente. Igualmente, cabe aclarar que deben sortear ciertos conflictos, como por ejemplo la desconfianza de Joey. No siente que Robbie se merezca a una persona "fea" como él. Esto es una gran incoherencia teniendo en cuenta que Robbie es ciego, pero deja en evidencia que no es muy seguro de sí mismo y que ese terrible accidente le ha afectado bastante. Todos estos temas relacionados al aspecto físico no le importan nada a Robbie y aprovecha todas las ocasiones posibles para remarcarlo. Este problema de aceptación no es el único que vemos ya que Robbie también tiene el suyo, el cual está más relacionado a su identidad sexual y a lo que quiere hacer el resto de su vida. ¿Quiere seguir siendo manejado por sus allegados o empezar a vivir por su cuenta?

"Pero, sobre todo, quiero al Robbie que me dijo que yo era hermoso y que el único límite que realmente importaba era aquel que te habías puesto tú mismo".

Entre los personajes nuevos, no puedo no mencionar a Arie, el mejor amigo de Robbie. Al principio no sabía que opinión tener sobre él. No me caía bien y me resultaba un poco cobarde. Luego terminé tomándole cariño por todo el crecimiento que posee a lo largo de la novela. También tenemos a Adelle, la cual me recordó mucho a la tía Mari por lo adorable que es. Además, amé lo que pasa con ella al final. Por último, Geoff, Eli y Len... Fue genial reencontrarme con todos ellos una vez más. Me hubiera gustado que el primero tenga un poco de participación porque es un personaje que puede aportar muchas cosas.

El desenlace tiene un giro de los acontecimientos muy peculiar. Uno está al borde del asiento esperando a leer el ansiado cierre que le espera a toda esta trama. Muchas cosas me preocuparon y muchas otras me hicieron suspirar de felicidad. No puedo estar más contento con el destino de cada uno de los personajes y estaría más que encantado de volver a verlos una vez más. Les recomiendo estos libros porque son muy entretenidos y se leen muy rápido. Y lo mejor de todo es que a pesar de que nos muestran argumentos sencillos, éstos están repletos de sentimientos muy lindos. Una continuación que supera a su predecesora con creces, ¡vale la pena darle una oportunidad!

3/5